jueves, 6 de octubre de 2011

El Casamiento Maya

El Matrimonio Maya
Submitted by Juanita Stein on Wed, 06/15/2011 - 10:12.
·        El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros, un lazo reconocido socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y costumbres del pueblo.
Al adentrarnos en el mundo Maya de Yucatán, encontramos que, durante el siglo XVIII y principios del XIX, se acostumbraba a que los varones se casaran con 17 o 18 años y las mujeres a los 14 o a los 15.
Los padres preferían, para sus hijos, muchachas de la misma clase social y del mismo pueblo. Además, se consideraba de espíritu mezquino al hombre que buscaba compañera para sí o para sus hijos, en lugar de acudir a los servicios de un casamentero profesional (ah atanzah).

Una vez elegido el casamentero, se hablaba sobre la ceremonia y se fijaba el monto de las arras. Estas se componía, generalmente, de vestidos y otros artículos de poco valor, que eran pagados por el padre del novio al padre de la novia; por su parte, la madre del novio preparaba la ropa de su hijo y de su futura nuera.

Todo lo anterior fue descrito por el Dr. Sylvanus G. Morley, un eminente arqueólogo Mayista y sabio Norteamericano, en su obra “La Civilización Maya” que, quizá, sea uno de los documentos históricos más autorizados sobre la civilización Maya. El sabio norteamericano relata, también, que el día de la ceremonia, se reunían en la casa del padre de la novia, donde el sacerdote pronunciaba un discurso con los pormenores del convenio matrimonial; después sahumaba la casa, decía sus oraciones y bendecía a la pareja. La ceremonia terminaba con una comida que se le ofrecía a la concurrencia.

Desde ese momento, el yerno se quedaba en la casa de los padres de su mujer, trabajando para ellos por espacio de seis o siete años. A la suegra le correspondía estar pendiente de que su hija le diera de comer y beber al joven esposo, como muestra de que reconocían el matrimonio. Sin embargo, si el joven cónyuge dejaba de trabajar durante el tiempo acordado, podían echarlo de la casa.

Aunque los Mayas eran monógamos, el divorcio entre ellos era cosa muy sencilla y ocurría frecuentemente. Había hombres que se casaban 10 y 12 veces, y de la misma libertad disfrutaban las mujeres para dejar a sus maridos y tomar a otro por esposo, según testigos españoles citados por el Dr. Sylvanus G. Morley.



Los padres eran quienes se interesaban en conseguir mujer para su hijo, de preferencia entre muchachas de la misma clase social y del mismo pueblo.
Para concertar la boda habían individuos especiales llamados casamenteros, Ah Atanzah para los mayas. El novio costeaba la boda y el ajuar de la novia.

El dia de la ceremonia nupcial venia un sacerdote a casa de la novia , allí había actos de purificación incensando toda la casa con Pom, explicando los pormenores del contrato. Rezaba luego de oraciones rituales y los bendecía. Posteriormente los invitados se sentaban a comer con lo cual terminaba la ceremonia. Desde ese dia se le permitia a la joven pareja que vivieran juntos, el yerno se quedaba en la casa de los padres de la novia, trabajando para ellos por espacio de seis o siete años.
La suegra tenia el cuidado de que su hija le diera a su joven esposo de comer y de beber en señal de que reconocia el matrimonio, pero si aquel dejaba de trabajar para su suegro por el tiempo convenido, lo echaban de la casa quedando ambos conyuges prácticamente divorciados.




LOS MAYAS
Más que un mutuo acuerdo entre dos personas que se amaban, el matrimonio entre los mayas antiguos era una negociación instituida por adultos y sacerdotes, que tenía como único propósito la procreación de grandes familias.
En la vida cotidiana de los mayas había una ceremonia importantísima: "El descenso de los dioses". Era la consagración del momento en que se deja la niñez para entrar a la vida adulta, e indicaba que los protagonistas de ese cambio ya podían casarse. Durante la ceremonia, los niños (de 16 años) y la niñas (de 12) eran despojados de sus adornos emblemáticos: entre los varones una cuenta blanca en la cabeza, y entre las mujeres, una concha atada con un cordón debajo de la cintura, que simbolizaba su virginidad. Poco después de esa celebración (a los 18 y 14 años respectivamente) los padres empezaban a pensar en el matrimonio de sus hijos.
La familia del novio contrataba los servicios profesionales de un casamentero o atanzahab, quien debía examinar los horóscopos de los niños y verificar que no hubiera problema entre los dioses de los días de sus nacimientos, así como de estudiar astrológicamente sus nombres. Por ejemplo, no había ningún inconveniente cuando el novio se llamaba Nic (que significa florecilla) y la novia Bacal (mazorca): eran nombres compatibles y por lo tanto se autorizaba la realización del matrimonio.
Otra tarea del casamentero era efectuar las negociaciones entre las familias de los contrayentes. El padre de la niña le ponía precio a su hija y, por otro lado, el padre del niño negociaba el tiempo que éste trabajaría para sus suegros en la agricultura y la caza: el periodo variaba de cinco a siete años. Todo dependía de la habilidad del atanzahab, pues los padres convertían las negociaciones en verdaderas batallas de elogios y cualidades de sus hijos. Una vez determinada la fecha para la boda, cuando la mayoría de las veces los novios todavía ni siquiera habían cruzado palabra, empezaban los preparativos en casa de la niña. Para los invitados —que generalmente llegaban con generosos obsequios— se cocinaban tamales de pavo, frijoles, papas y tortillas. Igualmente, la mamá del novio bordaba los atavíos tradicionales: para el niño, un taparrabo decorado con plumas de perico, y para la niña una falda y blusa brocadas.
Durante la ceremonia de bodas, los novios eran bendecidos por el sacerdote y rezaban a los dioses, aunque no existía una deidad relacionada con los asuntos amorosos. Al día siguiente, la pareja seguía su vida cotidiana: los mayas no acostumbraban la luna de miel.
Casi todas las parejas eran monógamas, si bien llegaban a darse relaciones polígamas. Se permitía el divorcio, al igual que las segundas nupcias. Si el varón estaba inconforme con su esposa, la podía regresar a casa de sus padres, siempre y cuando fuera durante el primer año de casados




miércoles, 5 de octubre de 2011

Gracias Por Visitar

Les agradesco enormemente que hayan visitado mi blog en otro momento quizas cree otro pero por el momento y el tiempo solo sera este espero que les haya gustado y por favor dejen comentarios se los agradecere enormemente. Thank´s + B´antiox =Gracias.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Bienvenidos a este facinante blog

Hola a todos  este es mi blog sobre nuestras estampas que realizamos el 15 de septiembre del presente año
en ese día presentamos lo que fue la estampa del casamiento o unión de almas como se le conocía con anterioridad .